lunes, 11 de agosto de 2008

Experience Music Project

El jueves estuvimos en el Experience Music Project, vaya en el Museo de la música de Seattle. El edificio es del arquitecto Frank Gehry (el mismo que diseñó el Guggenheim de Bilbao entre otros) y resulta muy llamativo. Diría que casi merece más la pena visitarlo más por el edificio que por la exposición.

Una de las partes más llamativas y representativas del museo es esta columna creada con guitarras y pianos.

Como bien dice el nombre del propio museo, allí se experimenta la música y para ello hay muchas opciones desde escucharla a ser tú el músico.

Hay muchos instrumentos a tu disposición: guitarras, pianos, tambores incluso mesas de mezclas y micrófonos. Esta zona de la exposición esta organizada para que puedas tocarlos sin molestar a los demás, incluso hay boxes cerrados. Además todos los instrumentos tienen una pantalla donde te enseñan a tocar tus primeras notas y te explican para que sirven todos los botoncitos.


Pero si hay algo que hace las delicias de mayores y pequeños es esta mesa- tambor, ya que lo único que hay que hacer es aporrearla y suena bien hagas lo que hagas. Tengo que confesar que pasamos un buen rato dando mamporrazos como locos y fue de las cosas más divertidas.


Para los que no se conforman con esto pueden grabar su propio CD, ya que el museo dispone de un estudio con varios instrumentos donde puedes entrar a tocar y también te graban en vídeo. Por supuesto, si quieres tu CD te lo dan muy amablemente previo pago de 10$.

Es divertido pero la verdad es que si no sabes tocar ningún instrumento si hace un poco pesado. Para los que quieren visitar un museo y tener exposiciones había una parte dedicada al guitarrista Jimi Hendrix, donde podías seguir su biografía ilustrada con muchas fotografías, trajes y discos de vinilo.


Junto al museo de la música estaba el museo de Ciencia Ficción, lo visitamos pero la verdad es que no nos dejó muy buen sabor de boca. Sobretodo porque anunciaban a bombo y platillo que había una exposición de robots y al final resultó ser una pequeña habitación con una estantería llena de robots de juguete como los que tenía mi hermano cuando era pequeño. Posiblemente estaré diciendo algún sacrilegio para los que entienden de estas cosas pero... es lo que a mí me pareció vaya. El resto del museo resultaba gracioso al tener muchas reproducciones y trajes de personajes de películas como Terminator, La guerra de las galaxias o Matrix.

Pese a todo me sigo quedando con el edificio, tanto por fuera como por dentro, ya que las exposiciones no terminaron de cautivarnos.


1 comentario:

Jorge Vilaplana Cortés dijo...

Me gusta mucho leeros y tener noticias vuestras y ver que os va todo bien, además de saber (mediante fotos) como es todo lo que allí os rodea.
Estamos en contacto.
Cuidaros mucho.
Besos y abrazos!