Bellevue esconde una sorpresa

Seguimos conociendo ciudades y ayer le tocó el turno a Bellevue. Donde ayer fuimos a hacer unos papeles y nos llevamos una tremenda sorpresa...

Lo primero que nos llamó mucho la atención fue el camino entre Redmond y Bellevue, al menos el que nosotros hicimos. Parecía que iban a ser unas cuantas calles más entre árboles y casas cuando de repente apareció una gran bajada y una, aún más, gran subida al más puro estilo San Francisco; a éstas las acomparañon unas cuantas más "lomas" lo que le dió mucha emoción al camino. Aquí se puede apreciar esto que comento aunque en persona impresiona mucho más, Vaya que te dan unas cosquillas por el estómago como en la montaña rusa, eso o que yo no me lo esperaba y que además soy muy impresionable.

Lo bueno de esta zona es que no son poblaciones como pueden darse en España, en las que de camino entre unas y otras es una carretera en la que de vez en cuando aparece algún alma cándida paseando o labrando el campo. Aquí están todas seguiditas unas de otras, no sabes en que momento están en un término u otro, debido a la gran extensión que tienen al estar dentro de un bosque, porque yo sigo convencida de que vivimos en un bosque.

El segundo punto porque el nos llevamos una gran sorpesa fue este


Sí, cuando pensábamos que para ver edificios de más de 3 pisos teníamos que ir a Seattle, llegamos al centro de Bellevue. Una zona claramente de negocios donde en tres o cuatro manzanas se cuentan más de 10 edifcios de una altura digna de mención. Uno de los más impresionantes era este, en el que si cada cuadrito es un piso tenía más de 60.

No dimos más que un pequeño paseo, dado que el papeleo nos robó todo el tiempo, pero nos quedamos con ganas de repetir para hacer más fotos a estos gigantes.

Y ya volviendo, con la boca abierta, retomamos el sube y baja camino a casa...