Vivir a base de cupones

Vuelvo con uno de los tópicos topicazos que hemos visto más de una vez en las pelis americanas: los cupones de descuento. Aproximadamente TODOS los días nos llenan el buzón con publicidad de supermercados, restaurantes, tiendas... pero no es una publicidad cualquiera. En cada folleto, en cada página, puedes encontrar de 5 a 15 cupones descuento.

Uno de los primeros días que me descubrí buscando ofertas interesantes y recortando algún cupón que otro me vino a la mente la imagen de la típica señora mayor, en bata por supuesto, recortando estos cupones en la mesa de la cocina. Bien es cierto que aquel que los use realmente puede vivir a base de ellos, puesto no sólo hay descuentos para comida o ropa sino que puedes limpiar la moqueta, o arreglar el tejado incluso que te limpien la casa con ofertas más que interesantes.

Sobra decir que si bien a mucha gente estos cupones les hacen un gran apaño, en nuestro caso, no sé si como buenos españoles o simplemente porque somos un desastre siempre nos los dejamos en casa, o aún llevándolos en el bolsillo no los usamos o directamente nos olvidamos de su existencia. Aún así no desisto y sigo inspeccionando cada folleto y recortando cupones, seguro que algún día acabemos por usarlos... y ya nos vale darnos prisa, sólo nos queda semana y poco!!!

Buscando a Willy

Este sábado fuimos en busca de Willy, la famosa orca de la película, o al menos alguno de sus familiares. Resulta que la zona del norte de Seattle es muy rica en orcas, ballenas, leones marinos y demás, por lo que hay muchas empresas que se dedican a hacer tours turísticos para ir a verlos y allí que nos fuimos.

Para empezar tuvimos un caminito de una hora en coche hasta Anacortés de donde sabía el barco. Por cierto, una población con un nombre tan tan español ya que fue descubierta en 1970 por un explorador español. Desde aquí salen ferrys tanto a las islas San Juan, paraíso donde los haya, como hacia Canadá. De echo el desde aquí parte el ferry que hace el segundo recorrido más largo del mundo.

Una vez llegamos allí, fichamos y nos fuimos hacia el barco. Íbamos unas 100 personas de todas las edades, abrigaditos porque nos salió el día revelde y con muchas ganas de ver una orca.

Por el camino pudimos disfrutar de unos paisajes muy bonitos, un poco estropeados por el tiempo, y de muchos animales sobretodo pájaros... con lo que a mí me gustan. A las dos horas de camino nos comunicaron que entrábamos en aguas internaciones y que estábamos en Canadá. Dani y yo nos miramos con el mismo pensamiento, ¡ay que vamos de ilegales a ver si no nos dejan volver a Estados Unidos! jajaja

¡Y por fin las encontramos! Un grupo de 5 orcas nadando entre las rocas, había un macho grandísimo, 2 hembras y un par de orcas más pequeñas. Sabía que me gustaría pero es realmente impresionante, ¡qué ilusión! Por si la estampa no fuera suficientemente bonita nos salió el sol para terminar de coronarlo. Nos acercamos bastante, dentro de lo normal y las vimos muy bien. Subiendo a la superficie, cambiando de dirección, expulsando aire como geisers.

Una de las anécdotas que nos contaron fue que hay una orca, hembra, en California conocida porque se dedica a cazar tiburones, ni más ni menos. Habrá que verla a la amiga!!

En el camino de vuelta vimos un población muy grande de leones marinos, incluso tuvimos la suerte de encontrarnos a varios de ellos jugando en el agua muy cerca de nuestro barco.

Fue un día para recordar, una experiencia única que no esperaba nos fuera a gustar tanto. Quedan ganas de repetir, pero la próxima vez será en verano y en kayak ¿alguien se anima?

Tarde de ciencias

Hace ya un par de semanitas visitamos el Pacific Science Center, vamos el "museo de las ciencias a la americana". Como en todos los museos y exposiciones que hay en este país había mucho mucho por tocar, pero nos dejó un poco fríos. Al principio tenía buena pinta, nada más entrar te encuentas un gran patio donde se puede jugar con distintos experimentos a base de chorros de agua donde explican la generación de energía, movimiento... y también nos encontramos con esto

Dani muy valiente en seguida se montó pero yo dije que ni loca jaja, es una bicicleta sobre un raíl que se mantiene en él gracias al péndulo. No estaba a mucha altura, pero unos metros de caída ya había.

Una vez terminamos con el patio... pues no sabíamos a donde ir. Algo raro, pero no había ningún tipo de indicación, así que a los minutos de dar una vuelta por fuera de los edificios acertamos y dimos con el principio de la exposición, era de dinosaurios. En ella podíamos ver diferentes maquetas de estos bichos y contaban bastante cosas interesantes, y yo me hice una foto con uno de mis favoritos

Según avanzamos nos dimos cuenta de que había otras exposiciones y al final casi ni nos dió tiempo a verlas. Una zona trataba sobre los planetas, con muchos paneles donde tocar y mirar los diferentes tamaños, tu peso en cada uno de ellos o temas referente a la gravedad. Más adelante trataban el ADN y podías aprender distitas historias referentes a la herencia genética y a la evolución. Un panel muy divertido te ayudaba a elegir tu perro en relación a las características que tuvieras. Tenías distintas opciones como "ladrador- silencioso", "deportista- vago", etc... lo hicimos pero en ambos casos no salieron unos perros muy raros, americanos vaya jaja.

También nos encontramos con esta super mesa que todavía no entiendo muy bien a qué venía pero tenía su gracia

En esta misma zona también había juegos de ingenio, bastantes divertidos sobretodo cuando yo ganaba!

Ya en la zona exterior encontramos distintos experimentos relacionados con la música, desde un aparato que sonaba sin tocarlo (sólo acercando las manos), hasta otro como este que sonaba con el movimiento

Esta zona era bastante divertida ya que con dos tonterías estabas un buen rato además era sorprendente. Y por supuesto, como aquí lo hacen todo a lo grande, no podía faltar la guitarra electríca más grande del mundo (o eso ponía en el cartelito)

Pasamos un buena tarde, porque somos como niños y nos vale cualquier cosa, pero sí que nos faltó algo. No sé si es que estaba todo como muy mezclado y no tenías muy claro lo que estabas viendo pero no nos terminó de convencer.

De todas formas lo pasamos bien y terminamos de bajar el "peazo" de comida que nos tomamos en la Space Needle que no fue poca.

Sigo sumando años :D

Se podría decir que esta es una entrada de "autobombo" ya que hoy es mi cumple :DD He recibido alguna felicitación, y las que quedan, pero no creo que recibia ningún regalito; este año la excusa es más que buena: "Luna estás en el culo del mundo". Así que este año el regalo lo hago yo, un vídeo que me encanta y me pone los pelos de punta cada vez que lo veo.

Primero por la envidia sana que me da este tío por recorrerse todo el mundo y haber vivido esa experincia, y segundo porque demuestra que la actitud que uno lleve allá donde vaya vale más que cualquier otra cosa.

Aquí todavía es de noche, la del 14, así que mañana nos iremos a cenar por ahí para celebrarlo así que continuará...

2 meses en USA

Parece mentira, parece que fue ayer cuando llegamos y nos perdimos en el supermercado pero así es, hoy cumplimos 2 meses en USA!! Es increíble lo rápido que pasa el tiempo cuando estás agusto, casi ni nos hemos dado cuenta y ya apenas nos quedan 3 semanas para disfrutar aquí.

No sé si volveremos el año que viene, puede que sí puede que no, pero lo que sí tengo claro es que esta ha sido una de las grandes experiencias de nuestras vidas. Hemos aprendido muchas cosas, no sólo inglés, porque pese a llevar 6 años fuera de nuestro querido Logroño seguíamos a España cerca de la familia y en un entorno conocido, pero es que esto es realmente otro mundo. La cultura, la naturaleza, los horarios... todo cambia y de todo se aprende.

Veremos lo que nos deparan las próximas semanas, de momento mi cumple :D y unas cuantas excursiones, además del estrés que conlleva para Dani tener que terminar el proyecto en su trabajo, pero seguro que lo disfrutaremos y lo contaremos por aquí!

Parques y parques, ah! y parques también

Si hay algo que no me deja de sorprender de este sitio es el número de parques, bosques y zonas verdes en general que hay. Vayas a donde vayas y en los sitios más insospechados te encuentras uno, grande, mediano o pequeño, pero ahí está. Y eso nos pasó el sábado pasado... íbamos con destino a un pequeño parque en Bellevue con vistas al lago, cuando nos encontramos con el Bellevue Downtown Park, una gran explanada verde con sus peazos de árboles incluidos.

Sin olvidar fuentes e incluso un "riachuleo" que circundaba todo el parque, había mucha gente jugando al frisby (típica escena americana), de picnic e incluso tomando el sol. Creo que aquí las playas se usan más para pasear y esas cosas ya que al bañarlas el agua del Pacífico no están muy allá para el baño, para lo que nosotros llamamos "día de playa" van más al lago o a los parques eso sí, siempre con la barbacoa bien preparada eh?

Tras esta sorpresa nos dirijimos al parque Meydenbauer Park, conocido a partir de ahora como el innombrable, me alegro de haber llevado mapa y no haber tenido que preguntar por él porque cualquiera acierta con la pronunciación. El caso es que allí nos plantamos y tras bajar una escalera de tropecientos escalones que según bajaba ya me dolía el pensar que luego había que subir nos encontramos con esto

Un parque perfectamente preparado, con su camino para bajar hasta el lago y todo muy muy cuidado. Al fondo se ve el lago Washington que en este punto forma una bahía. Nos quedamos impresionados a ver el gran número de casitas con su embarcadero y su velero, vamos que aquí se vive mal.

Es un parque pequeñito pero se está mejor que bien, incluso tiene una zona con arena a modo de "playa" donde puedes aprovechar para remojar los pies un ratito. Por supuesto aquí también había una familia celebrando un cumple, con su barbacoa y sus piñatas, por un momento pensé que era mi fiesta sorpresa pero venía con 2 semanas de adelanto... pero no ;)

Ya se acerca el fin de semana así que haremos un par de excursiones más, que ya se nos agota el tiempo como quien dice, y además celebraremos mi cumple que el lunes ya me caen 24... y yo que sigo respondiendo cuando preguntan que tengo 18!! En fin, seguiremos jóvenes de espíritu qué remedio.

A 184 metros del suelo

es donde comimos el domingo pasado, arriba, en el restaurante de la Space Needle y fue todo un lujo. Recorrimos esa distancia en un ascensor en algo más de medio minuto, por suerte era interior y apenas en un par de momentos puedes ver el paisaje porque mi vértigo habría acabado conmigo jeje.

Una vez arriba nos sentamos en una mesa justo al lado del cristal, con unas vistas impresionantes de todo Seattle que iban mejorando por momentos ya que el restaurante va girando lentamente (1 vuelta por hora) y se ve la ciudad en 360 grados. El ambiente y los camareros muy buenos, y la comida... nos pusimos morados.

Me gustó mucho tener esta vista de Seattle ya que es muy diferente a verla desde la calle, lejos de ser una gran ciudad cosmopolita como yo pensaba es una ciudad de grandes contrastes. Por un lado, esta la zona centro con edificios muy altos de oficinas

Pero en cuanto miras al oeste te encuentras con la bahía del Pudget Sound y cuando miras al este te encuentas con el lago Washington, a apenas unas calles del centro. Además en todo momento tienes la vista de las montañas en el horizonte, bien el Mt. Rainier, la península Olímpica o las montañas de Canadá.

Una vez bien alimentados subimos al observatorio, hacía un día expléndido y se estaba de maravilla allí arriba, dimos una vuelta (literalmente) e incluso nos paramos para mirar por los "prismáticos", hacer un poco el tonto y que todo el mundo allí arriba se diera cuenta de que no somos americanos (esta gente es tan silenciosa que en cuanto te despistas y te ríes un poco alto se te oye a 10 metros, pero no porque seamos ruidosos eh??)

Aprovechamos también para hacer unas cuantas fotillos y bajar la comida que yo creo que a esta altura pesa más de lo normal... eso o que comímos muchísimo, que también puede ser.

Fue una experiencia que mereció la pena, ya que estar sentado mientras comes tranquilamente con estas vistas no es algo que se pueda hacer todos los días.

Una de animales

Este fin de semana estuvimos en el zoo de Seattle, el Woodland Zoo Park, conocido por estar en el top 10 de los zoos en Estados Unidos y vaya si es un título merecido. Con más de 360.000 metros cuadrados de parque apenas se ven jaulas, salvo las necesarias, y es una gozada visitarlo.

Aparentemente no es muy grande pero echas a andar y la cosa cambia. Vimos todo tipo de animales, empezando por serpientes y bichos varios (aquí es donde te alegras de que estén en sus "vitrinas correspondientes") pasando por gorilas, lobos e hipopótamos.

Pero lo que más me gustó es que los animales no están en jaulas, me recordó al parque de Cabárceno (en Cantabria), ya que tienen creados sus hábitats y es lo más parecido a su propio hogar. Por supuesto no pueden salir de su zona pero en algunos casos parece que tienen suficiente campo ya que hubo animales que no llegamos a ver.

En algunos casos este tema de las no-jaulas resulta impresionante cuando a pocos metros de ti está el león rugiendo, o el gran hipopótamo o incluso un nido con huevos de avestruz.

Incluso los pájaros no están en jaulas como tales, son grandes habitaciones por las que están sueltos y donde directamente el visitante puede entrar. Fue especialmente divertido el lugar donde estaban los periquitos ya que incluso les puedes dar de comer y se apoyan en tu mano. Sobra decir que aquí pasamos un buen rato con los animalillos jeje

Estaba muy bien porque además de ver a los animales en estado puro había gran número de paneles informativos sobre el animal en cuestión, incluso le puedes tocar los huevos al aligator.

Mereció mucho la pena visitar el zoo, pasamos una tarde muy entretenida y la gozamos como niños.

Aprovechado que estábamos por la zona nos fuimos al Gas Works Park, en el que habíamos estado anteriormente pero que no pudimos disfrutar por estar dándole a la barbacoa. Es un parque que linda con el lago Union y que tiene unas vistas impresionantes de Seattle. Es una panorámica con grandes contrastes ya que en los laterales se ven pequeñas casas rodeadas de árboles, y en el centro se ve la parte más cosmopolita de la ciudad con la Space Needle como colofón.

Como curiosidad comentar que en este lago hay numerosas casas flotantes que hemos podido ver en muchas películas, como por ejemplo "algo para recordar".

Es un parque que merece la pena visitar, tanto por las vistas como por el movimiento de gente ya que siempre hay alguien paseando, haciendo una barbacoa o incluso volando cometas. Lo pasamos muy bien y por una vez no fuimos a un sitio donde había montones de comida, que ya es raro, aunque por supuesto no perdonamos la cena aunque, eso sí, a hora la local lo que significa a las 8 de la tarde.