Una de animales

Este fin de semana estuvimos en el zoo de Seattle, el Woodland Zoo Park, conocido por estar en el top 10 de los zoos en Estados Unidos y vaya si es un título merecido. Con más de 360.000 metros cuadrados de parque apenas se ven jaulas, salvo las necesarias, y es una gozada visitarlo.

Aparentemente no es muy grande pero echas a andar y la cosa cambia. Vimos todo tipo de animales, empezando por serpientes y bichos varios (aquí es donde te alegras de que estén en sus "vitrinas correspondientes") pasando por gorilas, lobos e hipopótamos.

Pero lo que más me gustó es que los animales no están en jaulas, me recordó al parque de Cabárceno (en Cantabria), ya que tienen creados sus hábitats y es lo más parecido a su propio hogar. Por supuesto no pueden salir de su zona pero en algunos casos parece que tienen suficiente campo ya que hubo animales que no llegamos a ver.

En algunos casos este tema de las no-jaulas resulta impresionante cuando a pocos metros de ti está el león rugiendo, o el gran hipopótamo o incluso un nido con huevos de avestruz.

Incluso los pájaros no están en jaulas como tales, son grandes habitaciones por las que están sueltos y donde directamente el visitante puede entrar. Fue especialmente divertido el lugar donde estaban los periquitos ya que incluso les puedes dar de comer y se apoyan en tu mano. Sobra decir que aquí pasamos un buen rato con los animalillos jeje

Estaba muy bien porque además de ver a los animales en estado puro había gran número de paneles informativos sobre el animal en cuestión, incluso le puedes tocar los huevos al aligator.

Mereció mucho la pena visitar el zoo, pasamos una tarde muy entretenida y la gozamos como niños.

Aprovechado que estábamos por la zona nos fuimos al Gas Works Park, en el que habíamos estado anteriormente pero que no pudimos disfrutar por estar dándole a la barbacoa. Es un parque que linda con el lago Union y que tiene unas vistas impresionantes de Seattle. Es una panorámica con grandes contrastes ya que en los laterales se ven pequeñas casas rodeadas de árboles, y en el centro se ve la parte más cosmopolita de la ciudad con la Space Needle como colofón.

Como curiosidad comentar que en este lago hay numerosas casas flotantes que hemos podido ver en muchas películas, como por ejemplo "algo para recordar".

Es un parque que merece la pena visitar, tanto por las vistas como por el movimiento de gente ya que siempre hay alguien paseando, haciendo una barbacoa o incluso volando cometas. Lo pasamos muy bien y por una vez no fuimos a un sitio donde había montones de comida, que ya es raro, aunque por supuesto no perdonamos la cena aunque, eso sí, a hora la local lo que significa a las 8 de la tarde.