Este sábado fuimos en busca de Willy, la famosa orca de la película, o al menos alguno de sus familiares. Resulta que la zona del norte de Seattle es muy rica en orcas, ballenas, leones marinos y demás, por lo que hay muchas empresas que se dedican a hacer tours turísticos para ir a verlos y allí que nos fuimos.
Para empezar tuvimos un caminito de una hora en coche hasta Anacortés de donde sabía el barco. Por cierto, una población con un nombre tan tan español ya que fue descubierta en 1970 por un explorador español. Desde aquí salen ferrys tanto a las islas San Juan, paraíso donde los haya, como hacia Canadá. De echo el desde aquí parte el ferry que hace el segundo recorrido más largo del mundo.
¡Y por fin las encontramos! Un grupo de 5 orcas nadando entre las rocas, había un macho grandísimo, 2 hembras y un par de orcas más pequeñas. Sabía que me gustaría pero es realmente impresionante, ¡qué ilusión! Por si la estampa no fuera suficientemente bonita nos salió el sol para terminar de coronarlo. Nos acercamos bastante, dentro de lo normal y las vimos muy bien. Subiendo a la superficie, cambiando de dirección, expulsando aire como geisers.
1 comentario:
Que miedooooo!!! tia que eso son bichos mu grandes jeje
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