jueves, 24 de julio de 2008

Vuela, vuelaaaaa!!!! El viaje a las américas

El sábado 12 de julio empezó con aviones, siguió con aviones y acabó con aviones. Lo mejor de todo, es que después de pasar el día entero volando al llegar aquí eran las 2 del medio día y todavía quedaba muuuucho sábado por delante. Pero empecemos por el principio…

El jueves nos fuimos a la cama sin visado y sin saber si podríamos venir o no, el viernes a las 9 de la mañana suena el timbre y ¡era el visado! Puesto que ya teníamos todo cerrado en Alicante, nos dispusimos a hacer maletas, recoger la casa y despedirnos de los amigos para coger rumbo a Logroño y pasar allí unos días con la familia antes de venir a Redmond. Cual fue nuestra sorpresa cuando a las 5 de la tarde nos llega un mail con los billetes de avión para el día siguiente a las 8 de la mañana con salida desde Madrid, nuestras caras en ese momento sólo tenían una definición: estado de Shock!!!

Volvimos a organizar todo, quedamos con los padres y la tía de Dani en Madrid para que recogieran nuestro coche y pertenencias (y para despedirnos!!) y nos fuimos para allá. Tras una noche larga, y corta a la vez porque no sabíamos ni dónde estábamos, a las 8.30 de la mañana despegó nuestro avión destino Ámsterdam, la primera y única escala. Una vez allí nos tocó pasar una pseudo -aduana, donde una chica de la propia compañía nos hizo montón de preguntas, sobretodo a mí, acerca de nuestro viaje, visados y demás… primer corte pasado yuju!!!! Una horita más tarde, a la 1, despegó de nuevo el avión esta vez camino de Seattle, un despegue muuuuy suave o eso me pareció ya que caí completamente KO al sentarme y no me desperté hasta estar ya en pleno vuelo.

Fue un viaje de unas 10 horitas, las azafatas te tenían bastante entretenido ya que cada dos por tres te daban algo de comer o beber y además teníamos nuestra propia pantalla para poder ver películas, pero a algunos niños hiperactivos como Dani se les hizo un poquillo pesado el viaje. Sin bien es cierto, que como buenos niños americanos apenas hicieron un ruido los pobres. Del vuelo me sorprendió que pasáramos por encima de Groelandia y entráramos por Canadá, una pena no haber tenido ventanilla aunque me parece que se va tan sumamente alto que no se veía nada pero bueno… habríamos tenido un entretenimiento más jeje. ( salida en la chincheta verde, pasando por la amarilla y aterrizando en la azul)


Por fin llegamos a Seattle y lo primero que vimos fueron árboles y más árboles, quién nos iba a decir en ese momento que sería un continúo en estos paisajes. Nos hicimos bastante rápido con un taxi y llegamos bien a nuestra primera casa pero eso es ya otra historia…

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