Ronin, esa pequeña ardilla

Desde que trajimos las maletas mostró gran curiosidad por nosotros aunque no se atrevía a acercarse y se escondía en los matorrales de la entrada. Hace unos días al salir de casa, Ronin estaba jugando en un arbusto y no salió corriendo al vernos, incluso se dejó fotografiar cual estrella de cine.

Ya vamos estrechando lazos y esta mañana al oir un ruido inquieto en el árbol que hay junto a nuestra ventana nos hemos asomado. Era Ronin, que mientras desayunaba unas ricas bolitas negras pegadas en las hojas de los árboles decidía darnos los buenos días!


Ya he cumplido haciéndole fotos, lo siguiente es conseguir acercarnos un poquillo más!