martes, 22 de julio de 2008

Red Sox!!! Let´s go!!!

A este grito de guerra fue al que nos acabamos uniendo ayer en nuestro primer partido de Béisbol. Jugaban los Seattle Mariners contra los Red Sox, que acabaron ganando de forma considerable.

No sé si es que los seguidores de los Red Sox eran más ruidosos o porque nos sentamos en la grada donde más había, el caso es que la emoción del momento nos llevó a gritar como locos.


Nunca había visto un partido de verdad, sólo los retazos que nos muestran en las películas Hollywoodienses pero está realmente divertido. Lo primero que me impresionó fue el camino hasta el estadio ya que para llegar a Seattle desde Redmond hay que cruzar el lago Washington y vaya si tiene agua! Primero se cruza a una isla que hay en medio del lago, Mercer Island, para luego coger un super puente que va directamente a Seattle. Por los mapas que había visto me imaginaba que sería grandísimo pero me quedé corta. Es un puente que va prácticamente a ras de agua, con unos 5 carriles por sentido. La panorámica que tienes de la ciudad de Seattle desde él es impresionante.


Una vez pasado esto, parecía que no podía superarlo nada pero lo que encontramos tampoco se quedaba atrás. Un cruce de autovías grandísimo, miraras hacia donde miraras había autovía, de hecho por encima nuestra corría otra autovía por la que oíamos pasar los camiones. Más adelante, y todavía sin conseguir cerrar la boca estaba el estadio de los Mariners, el Safeco Field. Supinos llegar a él por los ríos de gente que se acercaban a las puertas.


Con una capacidad para unas 50.000 personas estaba prácticamente lleno, aunque allí a ojo lo único que ves es mucha mucha gente.



Lo que sí es cierto es que a los partidos no se va sólo a disfrutar con el juego, no no, es sólo una excusa. Allí se va primero a comer y después a socializarse. Desde que nos acercábamos a los aledaños del estadio pudimos ver la importancia que tiene la comida en este tipo de eventos, a unos 10 metros de la puerta principal olía a perrito caliendo para morirse, de echo de una chimenea salía humo que parecía la "fumata blanca" que no era más que la cocina de uno de los numeros puestos de comida que podías encontrar dentro. Por supuesto hay perritos de todos los tamaños (de grande a gigante puedes elegir lo que quieras) y con todos los ingredientes adicionales que desees: cebollita, pepinillo, ketchup, mostaza... También había patatas fritas con un apaño de ajo, pizza, nachos con queso y salsa picante (ojo, cuando esta gente dice picante quiere decir picante aquí no se andan con tonterías) Que prefieres algo más light, tienes algodón de azúcar y para mí la estrella de la noche: fresas bañadas en chocolate!


Vamos, que sólo decidir lo que vas a tomar puede llevarte todo el partido. Pero por si no tuvieras bastante con los puestos o prefieres no levantarte en todas las gradas hay trabajadores del estadio paseando arriba y abajo cajas de cervezas, granizados, bocatas... un no parar vaya.



Y el segundo punto importante como decía era "solializarse", hablar todos con todos. Es muy divertido como unos aminan, otros abuchean... y por supuesto, como tú te animas y acabas participando como uno más aunque te dé igual quien gane o quien pierda...


Lo que ya es un mundo aparte es la forma que tiene la organización de mantener en todo momento al público animado y participando. En los descansos que había a través de la pantalla gigante que coronaba el estadio podías ver al público saludando, bailando... Además hacían concursos, uno muy divertido es que cogían dos filas de dos gradas distintas. Les daban una montonera de 15 cajas vacías de pizza y tenían que llegar todas al último de la fila, la que acabara antes se ganaba pizzas para toda la grada!! Otro concurso era una carrera de barcos, seguramente controlados por gente del público, en el que todo el mundo empezaba a gritar el color de su favorito. Es una tontería pero al final te metías y acababas gritando como un descosido Green! Green!! También nos pasaban vídeos de jugadas de béisbol o caidas tontas sucedidas en otros partidos... Además de los típicos mensajes que el público manda para felicitar los cumpleaños y cosas así, nos faltó para cumplir el tópico la famosa pedida de mano, quizás para la próxima.


El partido duró unas tres horitas, pero se hizo corto. Íbamos como niños pequeños con los ojos muy abiertos y todos nos llamaba la atención, tantas luces y tanto movimiento. Estuvo muy divertido y ya estamos con ganas de repetir, o quizá vayamos a uno de baloncesto o de fútbol americano!!

3 comentarios:

Helena dijo...

Y su padre empeñado toda la vida en ke fuera futbolero.......y lo mas redondo ke habia visto fueron los ceros del cole, jeje.
Hay ke irse unos kilometritos lejos para aficcionarse, ver un partido entero y encima animar sin importarte kien gane. Me alegro ke disfrutarais chavales

Rober Rodríguez dijo...

Cuidado con la bola!!!
Cuidado con la bolaaaaaa!!!

Alberto Vicente Mangas dijo...

Dani, mira a ver que ya te han lanzado la pua en cuanto al video marcador, algo falto!! jaja