Ya hemos vuelto y descansado de nuestro viaje a Las Vegas que, aunque si bien no es más que una ciudad con hoteles y más hoteles, da muuucho de sí... sigue leyendo y sabrás por qué :D
Aterrizamos en el aeropuerto Mccarran (bonito nombre eh?) el jueves a mediodía, la primera impresión (y última) es que es bastante cutrecillo con moqueta del año la pana incluida... sobretodo después de pasar por el de Vancouver que estan renovando hasta la última baldosa dada la cercanía de las Olimpiadas 2010. El aeropuerto está muy cerca de la ciudad y es muy fácil llegar a ella gracias al alto número de taxis y minibuses que por muy poquito dinero te dejan en la puerta del hotel.
Las Vegas recibe anualmente más de 40 millones de visitantes ¿impresionante no? es más aún cuando llegas en el avión y entre desierto y más desierto, todo tierra yerma, se levantan cuatro calles llenas de hoteles, casinos y más hoteles. No en vano ostenta un gran título: de los 20 hoteles más grandes del mundo, 17 están en Las Vegas.
Los primeros minutos fueron alucinantes, ver tanto hotel junto y pensar que por fin estábamos en Las Vegas fueron suficientes para sentirse así. Nosotros estuvimos en el Planet Hollywood en pleno centro del Strip, la calle principal de la ciudad, un hotel muy bien preparado y aunque no era "temático" bien es cierto que cada habitación estaba dedicada a un actor o actriz y además había bastantes detalles pintorescos por todo el hotel. Nuestra habitación, la 2846 ¿casi nada verdad? y dedicada a Sean Penn, sin duda fue un buen comienzo.
El resto del día lo dedicamos primero a comer, que íbamos muertos de hambre, y después a visitar la parte norte del Strip y hacer algunos papeles... Visitamos el hotel Venetian, basado en Venecia y que no sólo recostruye el Palacio Ducal o la plaza de San Marcos sino que además cuenta con canales y góndolas dirijidas por sus gondoleros. Lo más impresionante de este hotel está en el interior ya que el techo está pintado como si fuera un cielo azul con nubes que incluso parece se mueven al andar lo que le da un realismo increíble.
Junto a nuestro hotel estaba el París, con una reproducción de la torre Effeil (la mitad de alta que la real) y el arco del triunfo, precioso sobretodo de noche.
Visitamos el Treasure Island, un paraíso tropical donde te encuentras con un volcán (con erupción incluida) o una batalla entre barcos piratas. También vimos el Stratosphere, la torre que sale en muchas escenas aéreas del CSI, que es el edificio más alto del estado de Nevada con 350 metros. Por si da poco vértigo la altura por sí misma, en lo alto cuenta con varias atracciones para los más atrevidos... sobra decir que ni me acerqué!
Por supuesto que estuvimos en varios casinos, unos dentro de los propios hoteles y otros indipendientes, y si algo nos quedó claro es que es difícil salir de ellos!! Entrar es muy fácil, pasearse por ellos más pero salir es imposible. En ningún momento es posible ver una señal, un camino o una puerta hacía la salida ¡i ¡mposible !! por si fuera poco por supuesto que no existen los relojes ni las ventanas... vamos que puedes pasarte horas y más horas y ni si quiera tener una pista. Y sí, lo voy a reconocer, nos perdimos varias veces en varios de ellos... yo ya me estaba planteando hasta echar miguitas en el suelo para encontrar la salida...
El Strip, la calle principal, tiene unos 10 kilómetros de punta a punta y aunque al principio parece que no es nada la verdad es que es más largo que un día sin pan. Por ello está muy bien hacerse con un pase de 24 horas para el Deuce, se trata de un autobús turístico que recorre sólo esta calle y tiene paradas cada 5 minutos con lo que es muy útil para no perderse nada y no morir en el intento.
Por supuesto hicimos parada para ver el famoso espectáculo nocturno de la fuente del Bellagio, el de la película Oceans Eleven entre otras. Es una fuente con más de 1.200 chorros que alcanzan los 200 metros de altura, cada media o cuarto de hora (depende del momento del día) ofrece un espectáculo de música y agua ¡impresionante! Al día siguiente repetimos :D
Ya a las tantas de la mañana decidimos ir a la camita a cargar las pilas que todavía nos quedaba un día entero (y muy intenso) por disfrutar en Las Vegas.
Empezamos la mañana yendo al sur del Strip. Allí visitamos el Luxor, una pirámide de cristal tremenda que alberga más de 4.400 habitaciones, y que además cuenta con una esfinge que dobla el tamaño de la real. También pasamos por el Excalibur, que parece un castillo medieval de Playmovil, y nos dimos una vuelta por Nueva York... con su estatua de la libertad, su Empire State y el puente de Brooklyn.
Para descansar de hoteles fuimos a ver dos tiendas que hicieron las delicias de un Dani y una Luna ya cansados. Primero paramos en la tienda de M&M´s, cuatro pisos de camisetas, bolígrafos y todo lo que uno se pueda imaginar... pero lo mejor nos aguardaba en el segundo piso: una pared llena de M&M´s de todos los colores, con y sin cacahuete... menudas bolsas que nos preparamos!! y que a día de hoy ya están vacías...
La segunda tienda que visitamos fue la de Coca cola, que era bien difícil saltarse ya que la fachada cuenta con una botella gigante.
Dentro más de lo mismo, desde camisetas hasta mochilas pasando por calzoncillos y tazas... de todo. Pero nosotros decidimos vivir la experiencia Coca cola y optamos por probar 16 bebidas de esta marca que se venden en todo el mundo. Nos pusieron dos bandejas con sus 16 vasos, un papelito dónde explicaba qué era cada cosa y ala a probar! Diré que la mayoría no nos gustaron mucho... estaba buena una bebida de kiwi procedente de Sudáfrica y también otra de Japón, pero nos seguimos quedando con nuestra Coca Cola y Fanta :D
Para rematar la mañana nos fuimos al buffet del Bellagio donde nos pusimos morados. Que si unas costillitas a la barbacoa, patitas de cangrejo (del americano grande ese), gambas, ensalada... incluso paella! eso sí picante, estuve apunto de ir a preguntar quién la había hecho pero me acerqué a la zona de los postres y se me olvidó todo!! fresas cubiertas de chocolate blanco y negro, mousse de capuccino, tartas de todos los sabores.... Y así con la tripa llena volvimos a la calle de hoteles y casinos.
Si hay algo que me gustó de Las Vegas es el buen ambiente que se respira allá dónde vas. Al ser toda la gente turista es fácil entablar conversación preguntando aquello de "de dónde eres?", además todos vamos a disfrutar y de fiesta con lo que el buen humor está asegurado. Y lo mejor es que aún yendo todos a lo mismo, no se ve ese desfase o locura que te puedes esperar con lo que se disfruta muchísimo. Creo que me he dejado unas cuantas cosas en el tintero, pero es que Las Vegas da para mucho y ya me he alargado bastante así que dejo detalles para próximos posts... bueno no todos porque ya se sabe "lo que sucede en Las Vegas, se queda en Las Vegas" ;)
5 comentarios:
Ya decía yo que te veía un poco más redonda (que no, que es bromaaaaa ...)
Muy chulas las fotos, se ve que lo pasasteis bien! Ahora sólo falta que sueltes un poco más de chicha -- if you know what I mean :o)
Un abrazo y a ver si nos volvemos a ver pronto!
Buaaaaaaaaaaaaa!!!! (lloro de envidia) que viajazo... ^^
!Lo digo desde ya : que envidia! y no de la "buena" precisamente.... :P
La verdad es que la tienda de Coca-cola, tiene que ser, por lo menos curiosa....
Pero yo a la torre esa de 350 metros no me subo ni de coña... no, no, no señor ;)
Me alegro de que lo pasaseis bien
muy chulo el viaje y las fotos, pero veo que falta material!!!
Un abrazo :D
@Lunatrix: ahí estoy dándole a la chicha... jajajaja
@Anita y Rita: animáos que yo os hago de guía turística... si hay que ir se va XD
@Marco: te me has despistado eh???
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